Estas notas desde y para el arte, no se acomplejan por su falta de sistematicidad, o por todo tipo de desórdenes y excesos. Todas surgen como notas para y sobre el arte, y provienen del arte más que de la reflexión. Del acto más que del discurso. Pues existen diferentes modos de pensar. Y no me refiero al contenido de ese pensamiento, sino al proceso, a su génesis. Unos avanzan como una cadena de montaje a partir de una materia prima, una sensación, y su resultado es una idea o una imagen marcable, mercable, lista para participar del mundo. Otros se producen más bien por condensación interior, por diferencia de temperaturas, como un sudor interno; y su resultado es un pensamiento más denso y obstruso: otra idea más difusa y difícil. Unos pensamientos penetran en el mundo como una espada en el cuerpo. Otros, como montañas, no pueden verse desde cerca, pero no necesitan moverse para que uno tropiece contra ellos. Otros, en fin, desgastan los prejuicios como el viento la piedra. Además, existe un distinto oir por cada distinto pensar. (Juan Luis Moraza)
